Mi madre es manchega (bueno, mi madre y toda mi familia incluyéndome a mi...menos mi hermana mediana que es de Reus...pero vamos, que a efectos prácticos es manchega igual que el resto).

El caso es que mi madre es manchega, y si una madre es cansina, una madre manchega tiene un plus de cansinez.

Que no lo digo yo, que lo dice Joaquín Reyes.


A lo que iba, mi madre todo lo soluciona con refranes. T  O  D  O. Lo que quiere decir que tiene el poder de saber donde tocar para ponerte de los nervios (como todas las madres del mundo), pero también tiene el poder de saber donde tocar para reconciliarte con la vida (como todas las madres del mundo). 

Con la tontería de los refranes a mi me ha mandado emborracharme en pleno mal de amores, me ha estrellado huevos crudos en la cabeza y me ha hecho justificantes para faltar al cole cuando le ha venido bien.

Mi madre es un poquito punk. Si, como toda las señoras.


Y yo, que ya voy teniendo una edad y que los últimos 15 años he estado ejerciendo como diseñadora urbanita. Me doy cuenta que la señora que llevo dentro tiene una cota de participación cada vez mas alta en mi vida diaria, que hago cosas que juré que jamas haría  y que en el fondo de mi ser soy mas de pueblo que el tomillo, y oyes, que me gusta.

Que en una de estas lo mismo me arranco y empiezo a decir lo que pienso mas seguido (como todas las maravillosas señoras del mundo)


Así que señoras, de esto va Casa Lolo, de un back to basics en toda regla y de todo aquello que no se debería dejar de decir. 

Ponganse cómodas, estan en su casa